Thursday, May 20, 2010

En caso de fallecimiento

1 Tesalonicenses 4

13 Tampoco queremos, hermanos, que ignoréis acerca de los que duermen, para que no os entristezcáis como los otros que no tienen esperanza.
14 Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con Jesús a los que durmieron en él.

Comentario:

Es lógico pensar que todo el que nace muere, y esto es una verdad absoluta para todo ser humano, sin importar credo, religión, cultura, raza o nacionalidad, todos hemos de fallecer. Obviamente no nos ocupamos en pensar en esto debido a una intrínseca noción de eternidad que ha sido puesta en todos los hombres (Eclesiastés 3:11) aun cuando el conocimiento de la muerte es infalible. Pero hay una diferencia palpable entre los cristianos y el resto de la humanidad, la muerte para todos no es lo mismo. Mientras que para ciertas personas la muerte es el fin de todas las cosas, nosotros los que creemos en Dios sabemos que esta es más bien la puerta hacia la eternidad, donde iremos a vivir para siempre. Este destino no está sujeto a creencia, es lo que sucederá a toda persona, crea en esto o no lo crea.

Pablo y Timoteo le escriben a la iglesia en tesalónica acerca de este aspecto de la muerte del cristiano, se le denomina más bien como si fuese un sueño. Debido a que es la partida de esta tierra a un lugar donde los vivientes (por el momento) no pueden seguir, causa tremenda tristeza. Seres queridos separados por lo que se suele pensar es para siempre, sin embargo pablo quería llamarles la atención a los tesalonicenses que esto no era cierto: “tampoco queremos hermanos que ignoréis acerca de los que duermen, para que no os entristezcáis como los otros que no tienen esperanza” (verso 13) pablo sugiere una clara y contundente diferencia entre los que mueren en Cristo y los que nunca le conocieron. Pablo sugiere no entristecerse acerca de los que han muerto (duermen) como los otros que no tienen esperanza, porque así como Jesús murió y resucito así también Dios traería a los que durmieron en el, esta es una viva esperanza y promesa firme de nuestro Dios.

Dios había dicho a David que su hijo moriría (2 Samuel 12: 14), debido a esto David se sumió en tremendo pesar, hizo ayuno, oración (verso 16) porque el bebe aun vivía. No importa que tan anciano sea nuestros seres querido siempre queremos que vivan aun mas y nuestras oración debe ser siempre a Dios por el bien de ellos, sin embargo debemos acatar la voluntad de Dios por dolorosa que esta sea. Los ancianos invitaron a David a comer pero él no quiso sino que seguía su cilicio (verso 17), sin embargo estos se sorprendieron que al darle la noticia de la muerte de bebe, David cambio completamente de actitud (versos 20-21) se levanto, comió y aun adoro, cuando le interrogaron acerca de su actitud, David contesto, que mientras el niño vivía Dios podía alargar la vida al bebe pero ya muerto no había necesidad de hacer duelo, y luego dijo algo que todo cristiano debe saber y mantener en esto su esperanza: “yo voy a él, mas el no volverá a mi” (verso 23) esta es la esperanza que habla Pablo, que eventualmente iremos a donde están ellos, ya que también nosotros dormiremos y seremos llevados al padre si dormimos en Jesús.

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