Monday, June 20, 2011

Padre nuestro ( primera parte)

Mateo 6

9 Ustedes, pues, oren así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre.
10 Venga tu reino, sea hecha tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.
11 El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy.
12 y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores.
13 Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal; porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos. Amén

Comentario:

Meditemos en cada palabra de este modelo de oración que Jesus instruyo a sus discípulos a seguir. “Padre nuestro” este comienza señalando a nuestro creador como un padre; un padre es un proveedor, un protector, un amigo, una ayudador, Dios es todo esto para nosotros; la palabra “nuestro” es un recordatorio, que este padre no es alguien extraño. El padre provee para su familia, pero para aquellos que no son sus hijos no tiene por qué proveer, de manera que Dios aquí asume ser nuestro proveedor siempre y cuando lo consideremos nuestro padre y nosotros sus hijos. “que estas en los cielos” aunque Dios está en todas partes, siendo el espíritu, al Jesús señalar que el está en los cielos marca la diferencia entre Dios padre y los padres terrenales, a la misma vez le da su lugar como Dios no meramente un padre mas.

“santificado sea tu nombre” de inmediato la oración torna a reconocer la santidad de Dios a la misma vez que se le da gloria y honra. Muchas veces nuestra oración se limita a pedir, o se basa meramente en quejas sin embargo debemos más que nada adorar a Dios, glorificar su nombre y ponerlo en el puesto que El esta y merece al glorificarle y darle gloria y honra. El alabar a Dios no le beneficia a El, Dios ya está en gloria y la gloria es de El, sea que le glorifiquemos o no, pero nos beneficia a nosotros darle la gloria ya que obras milagrosas pueden tomar lugar con meramente adorar a nuestro creador. El dicho popular que Dios se mueve en medio de las alabanzas en una verdad absoluta ya que la biblia nos dice:”Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren“ (Juan 4:23-24).

En el verso 10 nos dice:”venga tu reino y sea hecha tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra”, venga a tu reino hace referencia a lo que había dicho Juan el bautista y que Jesus mismo le había dicho a tus discípulos que el reino de Dios se había acercado, y deberíamos de orar por esto. El profeta Daniel empezó a orar por la redención de el pueblo de Israel al leer que la fecha del cumplimiento de la redención de Israel estaba cerca; por ende podemos deducir que debemos de orar por aquello que Dios ha prometido. “sea hecho tu voluntad tanto en el cielo como en la tierra” a menudo escuchamos decir que la voluntad de Dios siempre es hecha, la realidad es diferente; cuando un niño se rebela contra su padre, la voluntad de Dios no es cumplida, cuando alguien roba, mata, fornica, adultera, tiene odio, rencor, cuando los gobiernos hacen guerra, etc.; la voluntad de Dios no es cumplida. Su palabra ultimadamente se cumplirá pero debemos de recordar que no es la voluntad de Dios que nadie se pierda sin embargo muchos se perderán, por esto cada vez que oramos debemos de pedir que la voluntad de Dios se cumpla antes que la nuestra propia, porque ultimadamente, sabemos nosotros lo que verdaderamente nos conviene?