Tuesday, September 28, 2010

Evitando caer

Oseas 14

1 Vuelve, oh Israel, a Jehová tú Dios; porque por tu pecado has caído.

Comentario:

La posibilidad de caer incrementa una vez que nos ponemos en la posición de caer, es decir ponerse al blanco del enemigo. El que no sabe nadar no se ahoga, dice un adagio porque no se pone a merced de las profundidades; de igual manera nosotros como cristianos podemos evitar caer si no nos ponemos a merced del enemigo. Una cosa es segura, seremos tentados, pero buscamos nosotros la tentación? Nos ponemos en situaciones que acarrean nuestra caída? Debemos de notar que la tentación no es nada más que un deseo de la carne a hacer aquello que no le agrada a Dios pero si nos agrada a nosotros, debido a esto y por lo general somos nosotros los que buscamos ser tentados. Nosotros conocemos nuestras debilidades, sabes que es aquello que nos agrada hacer que a Dios no le agrada, sin embargo nos encontramos cayendo una y otra vez en el mismo pecado, sería posible que nosotros mismos nos estemos traicionando?

El ser tentado en si no es pecado, pero dejarse seducir si lo es, por que conlleva pecar. Una anécdota refiere a un cristiano que fue a una playa nudista, donde todas las mujeres están bañándose desnudas, este fue reconocido por uno de los presentes quien le dijo: “ hermano”, no es usted cristiano, que hace aquí? Él le respondió: solo estoy buscando tentación para poder vencer. Este caso se da una y otra vez cuando nos ponemos en alguna posición donde sabemos que somos débiles y pereceremos, el que hace tal cosa ya ha pecado, porque sin duda está buscando pecar, ya que el mismo ha buscado ser tentado. Si eres susceptible a la pornografía no deberías visitar tales páginas web, si te gusta tomar bebidas alcohólicas no deberías visitar lugares donde venden tales bebidas o estés expuesto a ellas, esto es siendo amigo de ti mismo, ya que te estás cuidando para no pecar contra Dios.

Una cosa debemos de saber, jamás evitaremos pecar de nuestras propias fuerzas, por qué? Porque nuestra naturaleza es en sí pecaminosa, y debemos de recurrir a las fuerza dada por el Espíritu Santo para poder resistir al enemigo, Pablo habla extensamente a los romanos sobre este mismo tema, en los capítulos 7 y 8 de los Romanos. Hay una sola cosa que trae división entre Dios y el hombre: el pecado. Esta es nuestra guerra mortal, nuestro opositor, y lo peor es que lo llevamos en nuestra propia carne, no es un enemigo exterior sino que la lucha es interna. Por esto Pedro amonesta añadir a el conocimiento dominio propio (Pedro 1: 6), para tener las fuerzas de rechazar los ataques que provienen de nuestro propios deseos. El profeta Oseas le dice a Israel a regresar a Dios, esto indica que el pecar no es el fin de todas las cosas, Dios aun tiene los brazos abiertos para perdonar aquel que pecare; Oseas explica algo más: porque por tu pecado has caído, es decir, Dios no te ha desechado, ni te ha desertado, sino que es tu propio pecado ha sido el culpable de tu caída, por lo tanto el que este firme, mire que no caiga.