Thursday, March 18, 2010

Sacrificio del cordero pascual

San Juan 13

1 Antes de la fiesta de la Pascua, sabiendo Jesús que su hora había llegado para que pasase de este mundo al Padre, como había amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el fin.

Comentario:

La pascua es un término religioso para designar a la máxima celebración de la resurrección judía y cristiana. También, el término en inglés, Easter, proviene del nombre de la diosa anglosajona de la primavera llamada Oaster o Easter. No es coincidencia que el sacrificio de Jesús coincidía con el tiempo de la pascua. Era costumbre Judía (por mandato de Dios) que se sacrificara un animal sin defecto (Éxodo 12:5). El animal debería ser limpio, sin defecto para el sacrificio, de no ser así su sacrificio no tendría validez, y no podía llevar sobre si los pecados. Aunque en la pascua de Moisés debería tomarse un cordero por familia, Jesús fue el cordero seleccionado no para una familia de la tierra sino para todas absolutamente todas, la sangre de Jesús tiene una propiedad única la cual permanece borrando los pecados de todos aquellos que buscan su perdón.

La llegada de la Pascua le indicaba a Jesús que su muerte se aproximaba, (San Juan 13:1) “sabiendo Jesús que su hora había llegado para que pasase de este mundo al padre”. Jesús seguía con la tradición judaica del sacrificio, del cordero pascual, pero esta vez el seria el sacrificio para el perdón de la humanidad, y su sangre vendría a traer perdón a todas las familias de la tierra. No es coincidencia que tal sacrificio coincidiera exactamente con la fecha del ritual judío; en el ritual Judío el sacerdote declaraba limpio el cordero que había de ser sacrificado, en el caso de Jesús, Pilato hizo el papel de sacerdote al declarar a Jesús limpio para el sacrificio (Mateo 27:24,25) y así traer expiación por los pecados del mundo. Es necesario que como cristiano mantengamos viva la memoria del sacrificio de Jesús y conocer que hemos sido comprado a precio alto (le costó la vida al creador de la humanidad) y por ende no debemos pasar por alto su sacrificio, y nuestra salvación.