Friday, January 14, 2011

Alabad a Dios, ahora.

Salmos 150

1 Alabad a Dios en su santuario; Alabadle en la magnificencia de su firmamento.
2 Alabadle por sus proezas; Alabadle conforme a la muchedumbre de su grandeza.
3 Alabadle a son de bocina; Alabadle con salterio y arpa.
4 Alabadle con pandero y danza; Alabadle con cuerdas y flautas.
5 Alabadle con címbalos resonantes; Alabadle con címbalos de júbilo.
6 Todo lo que respira alabe a JAH. Aleluya.

Comentario:

Alabar a Jehová, porque esto es bueno, no solo alabar a Dios con nuestra forma de vivir, sino audiblemente, con nuestra voz, y no solo alabarlo con nuestra voz, sino también en nuestro modo de vivir, de comportarnos. ¿Esta nuestra forma de vivir alabando la moda? El estilo? Las normas que conforman a la sociedad? Cuando nos ven las personas, nos identifican primeramente con una persona cristiana o con alguien que está bien informada de lo que está a la moda? ¿Ultimadamente que es lo preferible? ¿Podrá lo superficial y material llenar el vacío interior?, jamás porque solamente Dios puede hacer eso. No debemos de acordarnos de Dios solo en momentos de angustia y desesperación, sino cuando estemos bien, de manera que cuando estemos mal, mas fuerte sea nuestra voz cuando roguemos por su misericordia. Terrenalmente el que recibe la alabanza es el beneficiado, pero el que alaba a Dios a si mismo se beneficia. No debemos venir ante Dios solo con peticiones, sino en alabanza a su nombre, alabando aquel que todo lo puede, que creó el universo, que nos creo a cada uno, y no nosotros a nosotros mismos (salmos 100:2-3), y ha hecho todas las cosas posible. ¿Cuándo fue la última vez que alabaste a Dios? Que sentiste que el recibió con gozo tales alabanzas? Si nuestro modo de vivir no está de acuerdo a su palabra, tales alabanzas no le son agradable (génesis 4:4) si le alabamos el es Dios y su poderío no mengua, si no le alabamos el es Dios y su poderío no mengua y su favor no está con nosotros, debido a eso os aconsejo que alabemos a Dios en todo tiempo, dejémosle saber que le alabamos porque le amamos y tales alabanzas proceden del alma, con todo nuestro espíritu y con toda verdad.