Monday, May 9, 2011

Necesidad de un monte (7 montes)

4.- Monte Carmelo (monte de desafío)

1 Reyes 18
18 Y él respondió: Yo no he turbado a Israel, sino tú y la casa de tu padre, dejando los mandamientos de Jehová, y siguiendo a los baales.
19 Envía, pues, ahora y congrégame a todo Israel en el monte Carmelo, y los cuatrocientos cincuenta profetas de Baal, y los cuatrocientos profetas de Asera, que comen de la mesa de Jezabel.
20 Entonces Acab convocó a todos los hijos de Israel, y reunió a los profetas en el monte Carmelo.
21 Y acercándose Elías a todo el pueblo, dijo: ¿Hasta cuándo claudicaréis vosotros entre dos pensamientos? Si Jehová es Dios, seguidle; y si Baal, id en pos de él. Y el pueblo no respondió palabra.

Comentario:

Para hacer un desafío, o responder a uno, debe haber confianza en obtener la victoria cual sea que fuese el desafío. Nadie jamás desafío sin pensar que podría ganar el desafío. Cuantos han aceptado el desafío de ser cristianos pero no se han mantenido, ya sea porque no tenían fe y confianza de mantenerse, o habían puesto su confianza en lo equivocado. La confiaba nuestra debe ser siempre puesta en Dios ante todo desafío. Elías fue acusado por Acab de turbar a Israel a lo que Elías respondió: yo no he turbado a Israel sino tu y la casa de tu padre, por haber dejado a Jehová e irte tras los baales. Elías puesta su confianza en Dios e indignado por el pecado de Acab y sus sacerdotes desafío abiertamente a Acab. No deberíamos nosotros al igual que Elías desafiar el pecado? Levantarnos por aquello que sabemos es justo? Las grandes iglesias de hoy lideradas por líderes carismáticos, prefieren la popularidad a levantarse y desafiar el pecado (y ser vistos como controversiales) que se está colando en las iglesias y están siendo aceptados como si no fuesen pecados.

El desafío de Elías fue claro y contundente: congrégame a todo Israel en el monte Carmelo (para que todos presenciaran lo que habría de acontecer), Elías estabas seguro de que Dios le respaldaría en este desafío, además del pueblo pidió que todos los profetas de Baal, y los profetas de Acera también se juntasen en aquel monte. Como Elías era solo uno Acab debió sentirse seguro, ya que en su vista carnal, la victoria yacía en los números, no sabiendo que más poderoso es Jehová que está con nosotros, que aquel es contra nosotros. En el verso 21 Elías establece su desafío claramente: si Jehová es Dios seguidle, si Baal id en pos de el. El resto de la historia es bien conocida, relata cómo los sacerdotes hasta se cortaban el cuerpo pidiendo el favor de Baal, para que este no los dejase en vergüenza, sin embargo Dios contesto a Elías de inmediato estableciendo quien era, es y por siempre será el verdadero Dios. Estamos, como cristianos, llamados a desafiar el reino de las tinieblas, pero para esto debemos de tener fe y confianza en aquel a quien servimos.