Tuesday, April 13, 2010

Tratando con la frustracion

Jonas 4

1 Pero Jonás se apesadumbró en extremo, y se enojó.
2 Y oró a Jehová y dijo: Ahora, oh Jehová, ¿no es esto lo que yo decía estando aún en mi tierra? Por eso me apresuré a huir a Tarsis; porque sabía yo que tú eres Dios clemente y piadoso, tardo en enojarte, y de grande misericordia, y que te arrepientes del mal.
3 Ahora pues, oh Jehová, te ruego que me quites la vida; porque mejor me es la muerte que la vida.

Comentario:

Cuando una decisión que hemos tomado resulta en un fracaso, tendemos a frustrarnos. Como establecimos previamente cuando la decisión que tomamos es acerca de algo de suma importancia y cometemos el error de no acudir a Dios para que nos guie, los resultados pueden ser desastrosos. Quizás hemos invertido gran cantidad de dinero y tiempo en tal empresa y ahora vemos tal esfuerzo , dinero y tiempo completamente destruido y malgastado. La frustración no se debe pasar como algo simple, muchas veces ocasiona, cambio en nuestro carácter, forma de ser, en nuestra vida social, produce depresiones, entre otras cosas. Por ejemplo una persona que eligió mal a otra persona para una relación puede quedar tan frustrada que no se da la oportunidad de otra relación debido a lo fuerte e impactante del fracaso de esa relación. Quizás no invirtió dinero, pero si, tiempo y sentimientos. Alguien que compro una casa y luego tuvo que gastar muchos más para arreglarla por alguna situación inesperada, puede decidir vender y nunca más darse la oportunidad de tener su propia casa por causa de la frustración.

Siempre hay una segunda oportunidad. Aunque la primera empresa fue desastrosa, podemos utilizar tal fracaso como una lección. Pero hay situaciones que no dan lugar a una segunda oportunidad, mientras que al comprar una casa y tener resultados desastrosos siempre se puede comprar otra, si un carro no nos salió bueno siempre podemos comprar otro, si un noviazgo no fue lo ideal siempre podemos buscar otra persona, sin embargo el noviazgo es para conocer a fondo la persona ya que si se comete el error de casarse con la persona equivocada este sería un error enorme ya que el matrimonio es para siempre (1 Corintios 7:10-11), si se tiene un hijo cuando no se planeo o es fuera de matrimonio no importa que tanta sea la frustración tal error no se puede corregir. Debido a esto debemos de cuidarnos, y consultar a Dios primeramente al hacer una decisión cuyos resultados pueden frustrarnos.

Hay cosas que nos pueden frustrar que no tienen nada que ver con lo que hacemos, sino con lo que no hemos hecho. A veces miramos nuestra edad, nuestra posición, nuestros logros y nos preguntamos, que hemos hecho? No he logrado nada, que hare con mi vida? Estas y otras intrigantes nos frustran. Jonás se había frustrado de tal manera que deseaba la muerte (verso 4) pero la frustración de Jonás provenía de un deseo egoísta, él quería que Dios destruyera a Nínive para que su palabras se cumpliesen (verso 2). La situación es que al no ver el resultado de su profecía quizás su estatus de profeta menguaría y esto le frustraba. Cuando Dios cambia nuestros planes, o permite que algo cambie en lo que planeamos en vez de frustrarnos debemos darle gracias, ya que él conoce la razón por la cual lo hizo, después de todo Dios es quien nos guía y debemos de darle libertad para hacer de nosotros y nuestro planes como el desee.