Thursday, July 14, 2011

Advertencia

Habacuc 3

2 Oh Jehová, he oído tu palabra, y temí. Oh Jehová, aviva tu obra en medio de los tiempos, En medio de los tiempos hazla conocer; En la ira acuérdate de la misericordia.

Comentario:

El profeta Habacuc hace una reflexión en Dios. Su mente quizás se remonto a los tiempos cuando conoció a Dios, como una persona recuerda su primer encuentro con alguien que ha venido a ser importante en su vida. En su reflexión Habacuc confiesa haber oído la palabra de Dios, y admite que temió. El conocer a Dios es conocer a plenitud (hasta donde la mente humana lo permita) el poder ilimitado de Dios, es saber la responsabilidad de servirle al creador. No podemos confesar haber conocido a Dios y no hacer absolutamente nada para El, para su obra, para cumplir su mandato; si no hacemos nada es una confesión inaudible de que en si no le conocemos. Quien jamás escucho algo grandioso y trasformador, y no lo comento a nadie? Y no lo divulgo? El conocer a Dios es saber que el es la única y exclusiva esperanza para la humanidad; que como creador tiene en sus manos la solución de aquellos que no tienen salvación, y por ende la responsabilidad de darle a conocer.

Quizás este el temor que le sobrevino a Habacuc al oír de Dios; o quizás era un temor de sabiduría, ya que el principio de ser sabio es temer a Jehová. Habacuc ruega a Dios avivar su obra en medio de los tiempos, es decir, avanzar su agenda, a manifestarse a dejarse conocer. Aunque esta es la suplica de Habacuc hay que reconocer que el hacia su trabajo de profeta, obviamente no pediría a Dios tal cosa y cruzarse de manos. Como cristianos es necesario orar a Dios para que su obra se esparza sobre la tierra, pero es de nosotros el trabajo de esparcirla con la ayuda de Dios. Necesitamos que Dios avive su obra (y nosotros avivarnos) en los tiempos que vivimos más que nunca. Una apostasía se ha levantado, donde lo que es abominación, y todo tipo de pecado se está haciendo común y “legal”. “En medio de estos tiempos hazla conocer” exclama Habacuc. Es doloroso notar que el evangelio se ha ido “underground” y lo que la masas escuchan son creencias y doctrinas de hombre, por lo tanto es necesario hacer conocer la obra o el evangelio de Dios en estos tiempos.

Dios es Dios terrible, y debemos servirle con temor y reverencia (hebreos 12:28-29). Nehemías dice de Jehová: oh Jehová, Dios de los cielos, fuerte, grande, y terrible (Nehemías 1:5); estos tiempos de perversidad, donde aun los hijos de Dios parecen estar adormitados, no son ignorados de parte de Dios, es necesario rogar a Dios constantemente por su misericordia como lo hacía Habacuc: “en la ira acuérdate de la misericordia”. Hay que clamar por clemencia, ya que el pecado actual y la permisibilidad al pecado aun dentro de “las iglesias” y por “ministros” sin dudas están llegando delante de Dios, y aunque este Dios nuestro es Dios de misericordia, el no puede ser burlado. La realidad de las cosas es que Dios no ha consumido esta tierra por su remanente, y el deseo de que todos procedan al arrepentimiento, pero tenemos ejemplos bíblicos que cuando la maldad llega hasta un extremo, y los hijos de Dios son pocos en número viene destrucción horrenda: el diluvio, cuando el designio de los corazones de los hombres era de constante al mal (Génesis 6) (solo Noé y su familia), Sodoma y Gomorra, solo Lot y su familia, y Nínive escapo porque se arrepintieron. Estamos viviendo en tiempos bíblicos y rodeados de gran maldad tan imperante que la biblia dice que aun los escogidos serian engañados (Mateo 24:24) por esto es necesario que el que esté limpio se limpie aun mas.