Tuesday, May 3, 2011

Siendo prudentes: guardando la mente

Proverbios 4

23 Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; Porque de él mana la vida.
24 Aparta de ti la perversidad de la boca, Y aleja de ti la iniquidad de los labios.

Comentario:

La palabra corazón se utiliza muchas veces en la Biblia para referirse al alma, la mente, o sentimientos. El alma es donde guardamos todo sentir, pasiones, deseos, etc. En sentido literal el corazón no es nada más que un órgano interno, que envía sangre a través del cuerpo, este no tiene papel directo en lo que habita en la mente, ni dirige nuestras acciones en sí, sin embargo desde tiempos antiguos es conocido como el centro de la vida, ya que este tiene la tarea de mantener la vitalidad del cuerpo entero. El escritor por lo tanto hace referencia a el centro de la vida misma, como cosa la cual debemos de guardar, ya que de el mana la vida. Cuando la palabra dice: engañoso es el corazón más que todas las cosas" (Jeremías 17:9) obviamente no se refiere literalmente al corazón, sino a la mente humana, el siguiente verso dice: "yo Jehová que escudriño la mente" (verso 10) aclarando que aquí se refiere más bien a la mente y no al corazón literal. Hay personas que tienen trasplantes de corazón pero nadie puede tener trasplante de mente, por lo tanto no estaría mal decir que de toda cosa que guardemos, cuidemos nuestra mente o lo que pensemos, ya que de allí provienen nuestras acciones.

Si somos prudente guardaremos lo que entra en nuestros pensamientos. La palabra imaginación proviene de imagen, esto es, lo que vemos (imágenes) crea la imaginación, y esto es lo que ocupa entonces nuestra mente. El que mira deportes (soccer, basquetbol etc.) tiende a pensar en esto y hasta imaginarse siendo una estrella de tal deporte, el que mira una película hace lo mismo, el que mira pornografía es objeto de pensamientos impuros etc.; estas imágenes que vemos se convierten en pensamientos, o imaginación, luego se traduce a palabras o acciones. Para apartar la perversidad de la boca y la iniquidad de los labios, debemos comenzar con los pensamiento, (o con aquello que origina los pensamientos) debido a que lo que se origina en la mente (o corazón) dicta todo en la vida misma (nuestras acciones, pensamientos, actitudes, estado de ánimo etc.). Seamos prudentes y evitemos que cosas exteriores influyan nuestro modo de pensar negativa e impuramente, de tal modo apartaremos de nosotros la perversidad y es la forma más concreta y segura de guardar nuestro corazón.

El mantener pensamientos puros no es imposible, el apóstol pablo dice en el libro de filipenses 4: 8-9 “Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad” es decir mantener las mentes ocupadas en cosas que serán de bendición y de edificación para nuestras vidas. Hay ocasiones en que pensamos en alguna contienda, momento amargo, o argumento que hemos tenido, solemos crear una mini novela en nuestras mentes pensando en las alternativas de lo que debiéramos haber hecho: “’ tal persona me dijo tal cosa en esa ocasión debí contestarle esto, o debí haberle hecho tal cosa, la próxima vez será diferente etc.” estos pensamientos aun sin percatarnos va cambiando nuestra aptitud y carácter y a veces terminamos enojándonos por darle cabida a estos pensamientos. Sabemos que no podemos evitar que las aves vuelen sobre nuestra cabeza pero si podemos evitar que hagan nido en ella, es decir no podemos evitar que malos pensamiento lleguen, pero es nuestra decisión el permitir que hagan “hogar’ en nuestras mentes.