Monday, October 24, 2011

Mirando mas allá de lo normal

2 Reyes 2

12 Viéndolo Eliseo, clamaba: ¡Padre mío, padre mío, carro de Israel y su gente de a caballo! Y nunca más le vio; y tomando sus vestidos, los rompió en dos partes.
13 Alzó luego el manto de Elías que se le había caído, y volvió, y se paró a la orilla del Jordán.
14 Y tomando el manto de Elías que se le había caído, golpeó las aguas, y dijo: ¿Dónde está Jehová, el Dios de Elías? Y así que hubo golpeado del mismo modo las aguas, se apartaron a uno y a otro lado, y pasó Eliseo.

Comentario:

El mirar con la vista física (los ojos) es imprescindible para no tropezar y caer. Le damos una inmensa importancia a nuestra vista natural ya que sin ella vivimos en completa oscuridad, y quizás no hay dolor o molestia más grande que la de estar ciego. En el momento que sentimos que algo anda mal con nuestra vista, hacemos las citas pertinentes con un oculista para remediar tales problemas. Debemos de saber que nuestro cuerpo físico no es el único que tiene ojos, nuestro “cuerpo” espiritual también posee una vista espiritual, pero a menudo ignoramos o nos importa menos el no poder ver. Sin embargo para poder ver más allá de lo normal hay que hacer uso de la vista espiritual. Una enfermedad a veces no es mera molestia del cuerpo sino ataques del enemigo, una persona que se levanta contra ti no es un mero problema interpersonal, la perdida de trabajo no es “mala suerte” quizás sea una prueba, pero necesitamos de la vista espiritual para verlo como tal.

En el libro de 2 Reyes nos cuenta la historia de Eliseo y Elías. Eliseo deseaba recibir una doble porción del poder que residía en Elías sin embargo tal cosa le seria concedido solo si este lograba ver en el momento en que Elías fuese tomado en el torbellino. Al parecer no era secreto que Elías iba a ser tomado de repente, de hecho los hijos de los profetas también sabían esto (verso 3) pues le hacían burla a Eliseo diciéndole que su señor le seria quitado. Eliseo le había pedido a Elías que quería una doble porción sin embargo este nivel de bendición le seria otorgado solamente si hacia un sacrificio: debería de presenciar, ver cuando el fuere tomado.

También hay que notar que los hijos de los profetas también vieron a Elías ser levantado, en el verso 15 estos notaron que el espíritu de Elías había reposado sobre Eliseo, y hasta sugirieron buscar a Elías al otro lado del mote o en algún valle (vero 16). La pregunta es esta: ¿si los hijos de los profetas también vieron el levantamiento de Elías, porque no cayó sobre ellos también una doble porción? Debemos recordar que este era el requisito para Eliseo ser bendecido con una doble porción, ¿ entonces porque no sería lo mismo con los hijos de los profetas? La respuesta está en lo que vio Eliseo y lo que los hijos de lo profeta no vieron. Al pasar al otro lado del Jordán (un acercamiento mas a Dios) con Elías, la vista espiritual de Eliseo era más profunda que la de los hijos de los profetas, permitiéndole ver lo que era invisible. Mientras que los hijos de los profetas vieron el torbellino que llevo a Elías al cielo, hubo algo mas, lo cual Eliseo vio y ellos no : “Viéndolo Eliseo, clamaba: ¡Padre mío, padre mío, carro de Israel y su gente de a caballo”. Eliseo había visto el carro de fuego y exclamo haberlo visto, esto fue imposible para el resto de ellos verlo, pues su vista solo le permitía ver “lo normal”. Necesitamos tener una vista espiritual aguda o es posible que nos estemos ahogando en algo que fácilmente podríamos resolver, o quizás no estemos perdiendo una bendición por no poder ver.