Conciencia cauterizada

1 Timoteo 4:2

(2) hipocresía de mentirosos que, teniendo su propia conciencia cauterizada con un hierro caliente,

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Comentario:

En 1 Timoteo 4:2, Pablo habla de personas abrasadoras y con sus conciencias cauterizadas con un hierro caliente. Willard Gaylin escribe que "el hecho de no sentir culpa es la falla fundamental en el psicópata, o la persona antisocial, que es capaz de cometer los crímenes más viles de la especie sin remordimiento o contrición". Podríamos decir que el pecado imperdonable como la incapacidad de sentir remordimiento o la determinación de una persona para reemplazar todas las señales de advertencia de la culpa. Si la gente repetidamente violan sus conciencias, ocultando su culpabilidad mediante escapista "analgésicos," las consecuencias serian devastadoras. Sin el estímulo de dolor espiritual, se vuelven incapaces de cambiar su comportamiento.

Esta conciencia cauterizada es el resultado final del proceso que Pablo describe en Romanos 1:28: "Y como ellos no les pareció tener a Dios en cuenta, Dios los entregó a [los abandonó] a una mente reprobada , para hacer cosas que no convienen. " A pesar de que Dios quiere conceder a todos los hombres el arrepentimiento (2 Pedro 3:9), una persona puede llegar a un punto en que ya no es posible porque, en su perversión y en su maldad, han quemado su conciencia a cenizas.

Tenemos que agradecer a Dios por la capacidad de sentir el dolor físico y espiritual. Nos proporciona la advertencia y la motivación para el cambio-que se transforma en la imagen de nuestro Salvador Jesucristo. Al aceptar su sacrificio por nuestros pecados, tomamos sobre nosotros la responsabilidad con la ayuda de Dios-para diagnosticar y erradicar los pecados que causan el dolor espiritual en primer lugar, para llevarnos a la salud espiritual vibrante. Como el autor de Hebreos escribe, "Es verdad que ninguna disciplina [dolorosa disciplina] parece ser causa de gozo el presente, sino de tristeza; pero después da fruto apacible de justicia a los que han sido ejercitados" (Hebreos 12:11 ).

David F. Maas

Excerpted from:

Guilt: Our Spiritual Pain