Wednesday, July 21, 2010

El hombre, la imagen de Dios (3cera parte)
El retorno a ser semejantes a nuestro creador

Romanos 5

17 Pues si por la transgresión de uno solo reinó la muerte, mucho más reinarán en vida por uno solo, Jesucristo, los que reciben la abundancia de la gracia y del don de la justicia.
18 Así que, como por la transgresión de uno vino la condenación a todos los hombres, de la misma manera por la justicia de uno vino a todos los hombres la justificación de vida.

Comentario

Aunque que fuimos hechos a imagen y semejanza de Dios, el enemigo destruyo, tal imagen, convirtiendo al hombre a la imagen del enemigo, más bien que de Dios. Pero pese a que todos pecamos y por lo tanto todos estamos destituidos igualmente de la gloria de Dios, he aquí que Dios provee una forma única para restablecer esa imagen y semejanza que fue perdida con la caída de Adán. Dios no desea que los seres humanos se pierdan, el deseo de nuestro creador es que haya una reconciliación entre él y nosotros, y esto es posible mediante el sacrificio de Jesús a quien el padre mismo proveyó para que todos aquellos que quieran volver a ser imagen de él, puedan lograrlo. Juan 3:16 nos dice que su amor fue tal que ha proveído a su único hijo para que todo aquel que en el crea no se pierda sino que pueda vivir para siempre.

Una persona puede ser millonaria, pero si se da al alcohol, las drogas, los vicios etc., pierde su imagen o apariencia de ser alguien de buen lugar en la sociedad, su imagen está dañada, y quien le mire no reconocería que es una persona de éxito en lo material; sin embargo si logra vencer los vicios, puede que llegue a tener de nuevo la imagen que todos esperan de un millonario; el hombre apartado de Dios no tiene la imagen ni semejanza de Dios, al contrario, se asemeja a aquel que le hizo caer, pero sí reconoce a Cristo como su salvador, y permite que Cristo entre a su vida, y lavado sus pecados, puede recobrar esa imagen o semejanza de la cual el hombre es capaz de lograr con la ayuda de Jesús.

Por la transgresión de Adán todos somos reos de muerte, pero por el sacrificio de Jesús venimos a tener la imagen o semejanza una vez perdida. Y si por un mero hombre reino la muerte en todos, mucho más reinara la vida atravez de Jesús, quien es el autor de ella; y si por la transgresión de uno vino la condenación de todos los hombres, también por la justicia de uno (Jesús) vendrá la justificación a todos los hombres (versos 12-18) cuando en 1 Pedro 1:16 Dios dice “sed santo porque yo soy santo” (levíticos 11:44) es un llamado del padre a sus hijos a semejarnos a él, a ser santo como él es, a ser semejantes a él, pero tal similitud es imposible sino es atraves de Jesucristo su hijo, solamente su sangre nos lava de todo pecado y nos hace justos ante el padre.