Tuesday, March 23, 2010

Consagracion

Esdras 8

23 Ayunamos, pues, y pedimos a nuestro Dios sobre esto, y él nos fue propicio.
28 Y les dije: Vosotros estáis consagrados a Jehová, y son santos los utensilios, y la plata y el oro, ofrenda voluntaria a Jehová Dios de nuestros padres.

Comentario

Consagración es la dedicación exclusiva para cierta meta que se intenta lograr, por lo regular incluye al apartamiento o limitaciones de otras cosas que impediría que tales metas fuesen logradas. Toda consagración debe tener una meta u objetivo por el cual se consagra, de otro modo tal consagración carece de propósito u objetivo. Cuando consagramos para Dios nos limitamos a no tener ningún alimento (en ayunas), y ponemos peticiones o propósitos específicos por lo cual estamos consagrando, para que Dios de respuesta a nuestra consagración. El no comer alimentos podría debilitar el cuerpo pero fortifica el espíritu y la comunión con Dios se hace más estrecha.

La consagración requiere una dedicación única; pese a que hacemos consagraciones para que Dios conteste alguna suplica, debemos de saber que nuestra consagración hacia Dios es permanente y conlleva mantener tal estado 24 horas diaria 7 días a la semana. Debido a que somos consagrados para Dios no podemos jamás salirnos de tal consagración, esta consagración a Dios es diferente a la que hacemos por algún tiempo definido para pedir o acercarnos a Dios. Al venir a Dios somos consagrados para él, y no podemos mezclar tal dedicación con las cosas del mundo, si es así la consagración a Dios termina. Pablo le dijo a Timoteo: “ninguno que milita se enreda en los negocios de la vida a fin de agradar a aquel que le tomo por soldado” (2 Timoteo 2:4), de aquí deducimos que enredarnos en las cosas mundanas seria romper nuestra consagración con Dios.

En el libro de Esdras encontramos como su consagración comenzó con un ayuno en el cual pidieron a Dios, y él les fue propicio; Esdras les encomendó diciendo: vosotros estáis consagrados a Jehová, o sea dedicados a Dios exclusivamente, es decir no hay otro propósito, dedicación, tarea, o trabajo para nosotros que no sea la consagración a Dios. El estar consagrados a él, indica que no podemos dedicarnos a otra cosa, que vaya en contra de los preceptos que Dios a fijado para nosotros. No solo nosotros sino todo lo que poseemos, debe estar consagrado a Jehová (utensilios, dinero, u ofrenda). Todo lo que tenemos es de Dios y debemos consagrarlo a él como tal.