Tuesday, January 25, 2011

Confiando plenamente en sus promesas

Hebreos 6

18 para que por dos cosas inmutables, en las cuales es imposible que Dios mienta, tengamos un fortísimo consuelo los que hemos acudido para asirnos de la esperanza puesta delante de nosotros.

Comentario:

La duda es una de los problemas más agudos del cristiano, de hecho la mera presencia de la duda evita que milagros, y muchas cosas extraordinarias de parte de Dios ocurran en nuestras vidas. Pero la duda tiene su raíz en la imperfección humana y la creencia que Dios de una forma u otra es falible como los humanos. ¿ cuántos de nosotros hemos sido engañados por alguien, Sea este amigo, pariente, esposo, esposa, o algún extraño? Nuestras experiencias de una forma u otra moldean nuestras vidas, y lo que experimentamos dicta nuestro comportamiento. Durante el día en una zona segura, caminamos con cierta certidumbre, pero de noche en áreas peligrosa caminamos sigilosamente como dicta el lugar; ponemos nuestro dinero en el banco sin la menor preocupación, pero nunca le daríamos nuestro dinero a alguien que desconozcamos para que guarde nuestro dinero; todo estas actitudes son dictadas por experiencia propias en nuestras vidas o por algún conocimiento general.

La biblia nos dice que maldito el hombre que confía en el hombre (Jeremías 17:5), porque no se puede confiar en alguien imperfecto con tendencias engañosas. Debido a que nuestras experiencias forjan hasta cierto punto nuestra manera de ser, de pensar y de actuar, cometemos el grave error de depender de Dios, o de mirar a Dios con el mismo recelo o desconfianza que miramos la vida en general. La biblia nos dice claramente que Dios no es hijo de hombre (aquí nos indica que no está atado a las mismas debilidades engañosas que su propia creación) para que mienta ni para que se arrepienta. Muchas veces conocemos las promesas de Dios, las hemos leído creído y aun pese a esto existe ciertas dudas en nuestros corazones, ¿porque suele suceder esto? El libro de los salmos dice : no he visto justo desamparado ni su simiente que mendigue pan, y aunque esto sea una narración del salmista y quizás no una promesa en sí, esto es cierto para todo justo, no importa en qué circunstancias estés, no estás desamparado, y aun cuando no veas de donde viene tu próxima comida, no mendigaras alimento, porque es promesa de Dios y el no puede mentir.

En hebreos nos menciona de dos cosas inmutables (su pactos y promesas) en la cual es imposible que Dios mienta. Inmutable significa que no se muda o cambia, que permanece en su misma forma pase lo que pase, es decir, Dios jamás cambia sino mas bien se mantiene firme y fiel. En el libro de Deuteronomio Dios puso la vida y la muerte delante de los israelitas, si cumplían la palabra de Dios recibirían bendiciones, si no lo hacían serian malditos. Si Dios tiene determinado destruir un pueblo y decide no destruirlo (como en el caso de Nínive) no es que cambio, sino que al obedecer y someterse a Dios entonces la bendición prometida por Dios los ampara. La duda que exista en nuestro corazones debido a nuestras experiencias no deben tomar lugar en nuestras vidas con respecto a Dios, podemos asirnos y confiar en sus promesas plenamente porque si la promesa esta para nosotros se cumplirá sin duda ya que es imposible que nuestro Dios mienta.