Guerra spiritual

Efesios 6

11 Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo.

12 Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.

Comentario:

La Guerra spiritual es una batalla diaria; mientras que todo otro tipo de Guerra tiene tregua y momentos de descansos y hasta tienen fin, la espiritual nunca cesa. Has estado en tu trabajo y tu compañero/a te hace algo que no te gusta?; tu hermano, hermana, tío, tía, esposo/a o alguien de quien no esperabas una traición o una confrontación sin embargo esta ocurre? Cuantas veces has planeado algo cuidadosamente y al final se hace un desastre? Cuantas veces tu hijo/a ha hecho algo embarazoso para ti y la familia y aun peor para ellos? Y aun más, cuantas veces nadie te ha hecho absolutamente nada, pero no estás de humor, y estas súper enojado/a? Quizás porque en la mente recordaste un episodio no agradable y lo revives convirtiéndolo en episodio mental que tiene efectos en tu vida actual? Todo esto es parte de la guerra espiritual. El hecho que lo reconozcamos o no depende de que tan alerta este nuestra vista espiritual.

Una herida física es notable obviamente, pero a veces estamos sangrando espiritual y no lo notamos; cuando fue la última vez que ayunamos, oramos, adoramos en espíritu y en verdad? No lo recuerdas? Quizás entonces estemos heridos de gravedad. Ultimadamente el mundo espiritual es completamente diferente al físico, nuestras armas espirituales son fuertes en Cristo Jesús pero invisibles físicamente. En el libro de Efesios 6 verso 13 habla de una armadura completa, que protege el aspecto espiritual de los creyentes, y les da la habilidad de mantenerse firme aun bajo los ataques del enemigo; en los versos 13 al 17 nos declara cuales armas son estas y la protección que nos ofrece. Esta guerra espiritual está siendo llevada a cabo entre dos reinos, el de las tinieblas, y el de la luz. Al arrepentirnos pasamos de las tinieblas a la luz, sin embargo nuestro antiguo rey, Satanás, no queda conforme y nos ataca a diario con el fin de destruirnos.

Pablo advierte a estar cubiertos con tal armadura para poder estar firmes contras las acechanzas del enemigo. Los ataques del enemigo no son obvios sino sutiles, poco a poco entran las tentaciones aun sin nosotros percatarnos (por falta de vista espiritual) y es solo cuando caemos que nos percatamos de la herida mortal que nos han infligido. En el verso 12 Pablo expone lo siguiente: esta guerra no es contra sangre ni carne es decir no es contra algo físico, el enemigo no es una persona física a quien puedes derrotar a pedradas, sino que es contra potestades, (poderes) contra gobernadores de las tinieblas de este siglo. Obviamente debemos saber que al diablo se le denomina como el dios de este siglo (2 corintios 4:4) este a segado el entendimiento de las personas de tal forma que muchos niegan la existencia de Dios. El diablo tiene gobernadores (demonios) que a su vez tienen huestes de demonios de maldad en una organización jerárquica, cuyo único objetivo es hacer guerra espiritual sin cuartel contra los santos de Dios. Estos gobernadores envían todo tipo de demonios (lujuria, fornicación, adulterio, envidia, deseos carnales, hechicerías, depravaciones, odio, rencor) a tentar y combatir a los hijos de Dios, e inteligentemente diseminando cual es la debilidad de los santos, en orden para enviar un ataque que de en el blanco.