Wednesday, July 20, 2011

Terrible asignación

1 Juan 3

7 Hijitos, nadie os engañe; el que hace justicia es justo, como él es justo.
8 El que practica el pecado es del diablo; porque el diablo peca desde el principio. Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo.
9 Todo aquel que es nacido de Dios, no practica el pecado, porque la simiente de Dios permanece en él; y no puede pecar, porque es nacido de Dios.

Comentario:

Es bueno identificarse y ser identificado con personas de buen proceder y de acciones ejemplares. A menudo se identifica a un hijo con su padre: “eres igual a tu papa, aun en tu forma de ser”
Esto es motivo de alegría siempre y cuando el padre haya sido ejemplar, pero que sucede si la persona con quien se compara no tiene nada bueno que desear? ¿ o Si la relación que se implica es por mal comportamiento? Se dice que hijo de gato caza ratón, debido a que es gato también. Lo bueno es que no necesitamos por obligación asemejarnos a ningún relativo que tiene malas costumbres. Como cristianos somos dueños de nuestro propio destino ya que somos guiados por el Espíritu Santo, y nuestro padre ahora es Dios, por lo tanto si tenemos a alguien a quien imitar y de quien tomar buenos ejemplo es de Dios mismo, y nadie mejor que El.

Juan explica dos cosas que parecen ser obvias, la primera es: “Hijitos nadie os engañe, el que hace justicia es justo como El es Justo”; esto indica que el padre de Justicia es Dios, por ende el que hace lo justo se asemeja a El. Cualquiera persona que hace justicia está siendo justo, y tal justicia proviene de Dios. Hay una semejanza o enlace entre los que hacen justicias y Dios. Juan quería establecer un claro contraste entre los que hacen justicia y los que practican el pecado. En el verso 8 Juan hace una segunda y aparente obvia declaración: el que practica el pecado es del Diablo. Aquí la sugerencia es que tal persona no solo practica “como” lo hace el diablo sino que también le pertenece. De la misma forma que los que hacen la voluntad de Dios (haciendo el bien y obedeciendo su palabra) son de Dios, los que practican el pecado son del Diablo, pues hacen las obras del diablo. La palabra clave aquí es “Practican” es decir no solo comenten pecado si no que están dados a la práctica de este. Están en un círculo vicioso en las cual son esclavos del pecado y lo hacen (practican) con frecuencia.

En una ocasión Jesus le dijo a los Fariseos: “vosotros sois hijos de vuestro padre el Diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer” (Juan 8:44) que asignación más terrible del creador. Debemos de entender que Dios creó todo hombre y mujer, pero aquí el mismo da a entender que aun cuando El nos creo a todos, el NO es el padre de todos. Otra cosa que hay que notar es que estos se creían ser hijos de Dios: “nosotros no somos nacidos de fornicación un padre tenemos que es Dios” (Juan: 8:41), podemos entonces entender que la declaración de Juan al decir que los que practican el pecado son del diablo no es tan obvia como parece, pues muchos haciendo las obras del diablo se creen hijos de Dios. Debemos saber, y conocer si estamos caminando bajos lo mandatos divinos o no. Si estamos caminando bajo nuestros propios deseos entonces entendamos que somos hijos del diablo y no de Dios, pues ninguna similitud o comunión hay entre la oscuridad y la luz. Observemos cuidadosamente nuestros caminos, porque si nos encontramos haciendo los deseos de la carne no somos hijos de Dios.