Wednesday, April 11, 2012

La Pelea es de Jehová Dios

Josué 10

10 Y Jehová los llenó de consternación delante de Israel, y los hirió con gran mortandad en Gabaón; y los siguió por el camino que sube a Bet-horón, y los hirió hasta Azeca y Maceda.

11Y mientras iban huyendo de los israelitas, a la bajada de Bet-horón, Jehová arrojó desde el cielo grandes piedras sobre ellos hasta Azeca, y murieron; y fueron más los que murieron por las piedras del granizo, que los que los hijos de Israel mataron a espada

Comentarios:

Dios es quien lucha por nosotros, siempre y cuando le dejamos la Lucha a Él. El cristiano tiene una promesa de parte de Jesus que es irrevocable: “yo rogare al padre que les envíe el consolador y el estará con vosotros para siempre” (Juan 14:16) esta promesa es la razón por la cual podemos decir que nuestra lucha no es nuestra, sino de Dios. Jesus dijo: sin mi nada podéis hacer (Juan 15:5), es decir “nuestras” luchas son de Él, y el guerrea por nosotros. Si enfrentamos los problemas personalmente, es entonces cuando somos abrumados, ya que Dios es desechado por métodos propios, de allí vienen los fracasos y las derrotas. Ningún padre cuyo hijo comienza a caminar lo deja solo, pero si le permite caminar para que aprenda, lo mismo Dios con nosotros, el nos permite recibir, las pruebas los problemas para hacernos mejores, pero ultimadamente el nos lleva en sus brazos en los momentos difíciles.


En la biblia vimos guerras donde Dios se empeñaba en guerrear por su pueblo. Cuando la biblia relata lo pasado con Gedeón, (Jueces 8) es obvio que Dios no le interesaba que el pueblo ganase la batalla por si solos. Más de 10,000 soldados fueron quitados de la línea de batalla, y aun quedaban demasiado, en otro recorte del personal solo quedaron 300, un número de soldados increíblemente inferior relativo al enemigo, cuyo número era enorme, sin embargo eso era exactamente lo que Dios quería, para demostrar que no eran el ejercito de Gedeón que llevaría la batalla sino Dios mismo. Hay que notar que aun los 300 que quedaron no hicieron nada pues el pánico cundió en el campamento enemigo y ellos mismo se mataron, los 300 se limitaron a matar gente ya indefensa por los prodigios de Dios. Esta es una muestra y prueba de que Dios quiere guerrear por nosotros, pero solo lo hará si se lo permitimos.

Cuando Dios guerrea por nosotros él se lleva la gloria. Cuando nosotros guerreamos aun así no nos llevamos la gloria pues fracasáremos (sin mi nada podéis hacer). Los gabaonitas habían engañado a Josué haciéndose pasar por extranjeros de lejanas tierras, hicieron pactos con él; los reyes del alrededor temiendo tal alianza se levantaron contra Gabaón, estos asustados pidieron la ayuda de Josué (Josué verso 6). Esto parece favorecer a Josué, pues estos reyes eran de los que Dios había dicho a Josué que destruyera, y ahora se les presenta la oportunidad de acabarlos todos juntos. Dios fue directo con Josué: no tengas temor de ellos porque yo los he entregado en tus manos, Josué no necesito ninguna otra confirmación salió a guerrear contra aquellos reyes, lo sorprendente es que mientras Josué mataba a espadas Dios apedreaba desde los cielos y obviamente el método de Dios fue más efectivo pues mas mato Dios a puras pedradas que los que mato Josué (verso 11). Y para rematarlos Dios escucho la voz de Josué y detuvo el sol y aun la luna, y se dice que no hubo día como aquel porque Jehová peleaba por un hombre (verso 14) recuerda esto: Dios pelea por ti, y cuando El pelea, la batalla está ganada aun antes de empezar.