Friday, August 26, 2011

Salmos 56

Nuestro verdadero opositor

1 Ten misericordia de mí, oh Dios, porque me devoraría el hombre; Me oprime combatiéndome cada día.
2 Todo el día mis enemigos me pisotean; Porque muchos son los que pelean contra mí con soberbia.
3 En el día que temo, Yo en ti confío.
4 En Dios alabaré su palabra; En Dios he confiado; no temeré; ¿Qué puede hacerme el hombre?

Comentario:

A menudo tenemos problemas, argumentos y oposiciones con familiares, amigos, personas que trabajan con nosotros etc., y fallamos en analizar las razones por la cual ocurren. A veces decimos "cuando no es una cosa es la otra" lo cierto es que siempre hay contrariedades con alguien, aun nuestros familiares cercanos, porque sucede esto? La verdadera respuesta reside en la oposición espiritual que tenemos. Estamos percatados de que Dios existe, debemos también saber que Satanás existe de igual modo. No miremos tanto a la persona con quien tenemos el argumento, problema o discusión sino mas bien el autor de tal situaciones. En San Juan 8:44 Jesús declara: " vosotros sois de vuestro padre el Diablo y los deseos de vuestro padre queréis hacer", esto indica que el que no es hijo de Dios se hace hijo del diablo, y estos sabiéndolo o no, hacen las obra de su padre, ahora bien nosotros teniendo la vista espiritual debemos distinguir estos ataques y conocer que provienen del enemigo mismo.

En el salmo 56 el salmista pide misericordia a Dios, porque de otra forma seria devorado por el hombre; hombres que estaban haciendo la voluntad del enemigo; ahora bien porque pide el salmista ayuda a Dios? Lo hace porque reconoce que su lucha no es tanto contra el hombre sino contra Satanás; esto es claro, ya que en el verso 4 dice: "en Dios he confiado; no temeré, que puede hacerme el hombre? El salmista reconoce que el hombre es incapaz de hacerle algo, es lo que está en el hombre impío que nos puede hacer daño si no tenemos la ayuda de Dios. En efesios 6:12 nos aclara esto aun mas, cuando dice: porque no tenemos lucha contra carne ni sangre sino contra principado y contra potestades". El enemigo hace su trabajo bien, no creamos que nuestras oposiciones en el trabajo, escuela, hogar, y otras circunstancias son por mera coincidencia, así como Dios nos ayuda y fortalece el enemigo quiere destruirnos, y el es nuestro único y verdadero opositor.