Monday, July 12, 2010

Siendo revestidos

San Juan 1

32 También dio Juan testimonio, diciendo: vi. al Espíritu que descendía del cielo como paloma, y permaneció sobre él.
33 Y yo no le conocía; pero el que me envió a bautizar con agua, aquél me dijo: Sobre quien veas descender el Espíritu y que permanece sobre él, ése es el que bautiza con el Espíritu Santo.

Comentario:

El bautismo del Espíritu Santo es de importancia única apara cada cristiano. El revestimiento de un cristiano con el Espíritu Santo le capacita para defenderse de los ataques del enemigo, por ende es de necesidad imprescindible para cada creyente. Pero muchas veces pedimos y no recibimos el Espíritu Santo, porque pedimos mal. Primeramente se debe estar limpio y santo para recibirle ya que el no mora ni da su llenura a alguien que tiene un corazón impuro, y lo segundo es pedirlo debidamente. El que pide dinero de un mendigo no recibirá, el que pide a un constructor que le ayude a arreglar su carro no recibirá ayuda, de la misma forma hay que pedir debidamente para recibir el bautismo del Espíritu Santo. Mientras que toda otra petición debe ser al padre en el nombre del hijo (Juan 14:13-14) La petición del Espíritu Santo debe ser al Hijo (Jesús).

Jesús es quien bautiza con Espíritu Santo (verso 33) por lo tanto a él es que debemos acudir para pedir por el bautismo. Jesús también prometió no dejarnos solos al partir, sino que dijo que enviaría a su Espíritu Santo, para que no estemos solos, de modo, que como Dios padre, nos envío al hijo a morir por nosotros, Dios hijo nos envía el Espíritu santo para morar en y con nosotros.