Monday, April 25, 2011

Llamamiento a una vida santa

1 San Pedro 1

23 siendo renacidos, no de simiente corruptible, sino de incorruptible, por la palabra de Dios que vive y permanece para siempre. 24 Porque: Toda carne es como hierba, Y toda la gloria del hombre como flor de la hierba. La hierba se seca, y la flor se cae; 25 Mas la palabra del Señor permanece para siempre. Y esta es la palabra que por el evangelio os ha sido anunciada.

Comentario:

Los requerimientos para ir al cielo se resumen en una palabra: santidad; este es el ingrediente básico para heredar el reino de Dios. Santidad en compasa un gran número de requerimientos. Nuestra forma de ser, de vestir, de hablar, de vivir, etc., deben estar todo moldeado por la santidad. No podemos ser santo en una cosa pero impíos en la otra, sino que debemos de ser santos en toda nuestra manera de vivir (1 San Pedro 1:15). Al desobedecer en una área de nuestra vida, pone en peligro todas las demás, ya que nuestra vida en general, debe ser santa en su totalidad, de hecho el pecado lleva mas y mas a la impiedad es decir si hablamos una mentira “pequeña” (en nuestra opinión) debemos de hablar otra para encubrirla, luego otra, luego nos encontramos en un círculo vicioso de mentira que puede incluir muchos otros pecados, y sin darnos cuenta nos convertimos en esclavos de estos, ya que el pecado esclaviza a las personas.

Pedro explica que somos renacidos (al convertirnos a Dios) esta vez no en simiente que se corrompe sino una incorruptible. Esto es cierto desde el punto de vista literal; mientras que al nacer, nacemos en simiente corruptible (ya que el cuerpo se corrompe, se enferma etc., y también nosotros nos corrompimos, pecando contra Dios) al renacer de nuevo, esto es, en Cristo, tal renacimiento es incorruptible, ya que el espíritu que ahora mora en nosotros no se corrompe. En el verso 24 explica la corrupción de la carne utilizando como ejemplo la hierba. Toda persona que nace, se muere, la carne se pudre corrompiéndose así como la hierba, mas la palabra de Dios (verso 25) ; a través de la cual somos renacidos no se corrompe (aunque muchos quieren corromperla introduciendo creencias propias y de su propias conclusiones), sino que permanece para siempre. Esta palabra nos llama a vivir en santidad, y aun cuando este cuerpo mortal caduque, y perezca, nuestras almas puedan vivir para siempre.

La biblia establece que sin santidad nadie vera al señor (Hebreos 12:14), esta es una verdad absoluta que no puede ni será abrogada. Hay personas que sostienen que hay tres diferentes cielos (mal interpretando lo dicho por pablo) en su creencia dicen que aquellos que no son tan santos heredaran un cielo diferente a aquellos que lo fueron, y aun hay un cielo diferente para otra categoría de “santos” la biblia difiere completamente de tales creencias; Jesús dijo: “ Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis” Juan 14:3, de aquí entendemos que hay un lugar eterno para los santos, juntos a nuestro señor y salvador Jesus, y no en diferentes cielos, pero para estar con Jesus se requiere una vida en santidad. Ahora bien la santidad es el estado de estar acepto y sin pecados delante de Dios, pero no es ser perfectos. En la biblia la palabra perfecto en lo que al hombre se refiere es un término relativo, en lo que a Dios se refiere es un término absoluto. Por ejemplo: un Cristiano que está dedicado a la obra de Dios y sujeto a los estatutos bíblicos es “perfecto” comparado con un hombre pecador, por esto es relativo, Pablo dijo en una ocasión :nosotros los perfectos, y Dios se refiere a Job como varón perfecto, en ambos casos es termino relativo, pero cuando se habla de Dios es un término absoluto pues Dios es perfecto con relación a todo, y fuera de el no hay perfección.