Monday, July 25, 2011

Dios de resultados

Hechos 20

24 Pero de ninguna cosa hago caso, ni estimo preciosa mi vida para mí mismo, con tal que acabe mi carrera con gozo, y el ministerio que recibí del Señor Jesús, para dar testimonio del evangelio de la gracia de Dios.

Comentario:

Decía un comediante en una ocasión: “soy hombre de principios, pues nunca termino lo que comienzo”. Hay muchas personas que por alguna razón u otra emprenden muchas cosas en la vida pero nunca terminan. La dificultad de las empresas emprendidas, el desaliento, los obstáculos, y aun la pereza son las razones principales por las cuales no terminemos lo que hemos emprendido. Una de las cosas que debemos de mantener en mente es que cuando no terminamos algo que hemos emprendido, hemos desperdiciado tiempo, esfuerzo y sin duda dinero. Se dice que Thomas Edison quien invento el bombillo eléctrico (light bulb) y que fracaso literalmente cientos de veces antes de llegar a su objetivo, dijo: encontré muchas formar de cómo NO hacer un bombillo, pero solo necesite una forma para lograrlo. Esas veces en que fracaso fueron estimulo para no darse por vencida.

El objetivos de nuestras vidas cristianas es en sí culminar nuestra carrera con gozo, o sea heredar el cielo. Si nos devolvemos o nos desviamos debido a los obstáculos que enfrentemos en esta vida, no tendremos los resultados deseables. Debemos de entender que nada que tenga buenos resultados a sido fácil, pese a las circunstancias que podríamos estar atravesando en estos momentos, desalientos, problemas, angustias, son tan solo obstáculos para hacernos mejor, de hecho Dios no permite que ningún cristiano reciba una tentación o pone prueba más de la pueda soportar ( 1 Corintios 10:13). Todo lo que emprendamos tendrá sus retos pero somos llamados a culminar todo lo que emprendamos especialmente nuestra carrera como cristianos.

Aunque el Proceso de todo lo que hacemos es sumamente importante este queda siendo inútil si no tiene resultados. Pablo explica que de ninguna cosa el hacía caso (problemas, pruebas, desilusiones, retos, depresiones, decaimientos etc.) ni aun estimaba su propia vida, pues estaba dispuesto a morir con fin de tener los resultados que se había propuesto. El no estimar su propia vida, es una forma de tener como prioridad heredar el cielo. Cuando estimamos algo más que nuestra carrera cristiana, tendemos a creer que si no tenemos una cuenta bancaria, casa propia, estatus social no hemos ni estamos siendo exitosos; perdemos entonces el enfoque y buscamos ser exitosos antes que servir a Dios. Pablo no hacía caso de estas cosas pasajeras, con tal de terminar (tener los resultados) su carrera con gozo. Pablo no solo decía esto si no que lo vivía, en una ocasión fue apedreado y dejado por muerto (Hechos 14:19), sin embargo en corto tiempo ya estaba predicando de nuevo. Todo lo que emprendamos (específicamente, nuestra vida cristiana) debe estar enfocado en tener un resultado, ya que nuestro Dios mismo es Dios de resultados y no meramente de procesos.