Wednesday, June 8, 2011

Salmos 23

Dios y las finanzas

1 Jehová es mi pastor; nada me faltará.

Comentario:

Dios provee para sus hijos. El Dios que servimos no conoce lo imposible, y aun cuando la situación agrave, sin dudas Dios no desamparara a aquellos que le temen. En Mateo 6: 25-27 Jesús cuestiona el porque nos afanamos tanto y a veces caemos víctimas de la ansiedad como si no tuviésemos un proveedor, el ser víctimas de la ansiedad y el afán es falta de fe, ya que Dios se a comprometido a ser nuestro proveedor. Obviamente no se nos enseña a cruzarnos de manos y esperar que las aves nos traigan comida (aunque esto no es imposible para Dios) pero si se nos enseña a depender de Dios, no de nuestros propios esfuerzos. Dios provee dependiendo de nuestra capacidad para administrar lo que el nos da, en mateo 6:24 dice que no podemos servir a dos señores, no podemos servir a Dios y a las riquezas, obviamente este verso está dirigido a aquellos que no tienen la capacidad de tener abundancia de dinero y mantener a Dios en primer lugar. Entendemos entonces que nuestra responsabilidad es servir a Dios con nuestras riquezas, y no servir a las riquezas, porque entonces estamos reemplazando a Dios.

Ultimadamente lo bueno del hombre es que coma y beba y se alegre de su labor (Eclesiastés 2:24), pero esto es lo básico. La voluntad de Dios no es que solamente tengamos para comer y beber, como decía anteriormente, el que dice que solo quiere lo suficiente para poder subsistir el y su familia, piensa egoístamente ya que Dios quiere que tengamos abundancia para también ayudar a los demás. En La parábola de Mateo 25 vemos que Dios quiere que multipliquemos nuestro dinero, su deseo es que tengamos abundancia, notemos que aquel hombre le dio a sus siervos según su capacidad (Mateo 25:15) por esto decía anteriormente que Dios nos da según nuestra capacidad. El resultado de esto se confirma con el hecho de que aquel a quien dio 5 talentos consiguió otro 5, igualmente el que dio 2, consiguió otros 2, mas el que le dio uno, fue y lo enterró.

En lo concerniente a este ultimo siervo aprendemos dos cosas, una: el no estaba capacitado para ser mayordomo de mas riquezas, y segundo: lo mínimo que Dios espera de nosotros es que pongamos nuestro dinero al banco (mateo 25:27), el quiere que lo multipliquemos grandemente. Obviamente hay aquellos que predican y enseñan contra las riquezas materiales, y hacen bien si usan la promesas de no reemplazar a Dios, ni de amar al dinero, pero bíblicamente no encontramos nada contradictorio en tener muchas riquezas materiales siempre y cuando la usemos para bendición a la obra de Dios, a la familia, los necesitados y nosotros mismos.