Tuesday, June 14, 2011

Arma en mano

Efesios 6

16 Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno.
17 Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios.

Comentario:

Es imprescindible que todo soldado tenga su armamento a mano en medio de la guerra. Siempre que vemos alguna escena de guerra, vemos soldados caminando cautelosamente y sobre todo con el arma de fuego en mano, y apuntando directamente hacia el frente; la razón por la cual los soldados hacen esto, es que el enemigo está por doquier y no se sabe cuando y como saldrá a guerrear. Cada segundo es importante, cada momento es crucial, el soldado debe mantenerse alerta a todo, sea esto sonido, algo que este fuera de su lugar etc. Una emboscada puede ocurrir en cualquier momento y los segundos que se toman para sacar el arma puede ser la diferencia entre victoria y derrota, entre la vida y la muerte por esto el arma del soldado debe estar siempre en sus manos. El cristiano esta de igual manera en una guerra sin cuartel, tal guerra comienza al momento de venir a los pies de Cristo y termina el día que partimos o que Cristo venga, no hay momento de descanso.

El enemigo, nuestro adversario anda como león rugiente “Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar” (1 Pedro 5:8). Todo Cristiano está en una guerra constante y el enemigo anda buscando destruir, no solo herir sino matar. Pablo amonesta a ser sobrios, el estar sobrio es lo opuesto a estar borrachos o bajo alguna influencia que opaque o nulifique nuestros sentidos, por lo tanto Pablo usa esta analogía para amonestarnos a estar en nuestros sentidos cabales es decir reconociendo el peligro; luego Pablo dice: velad, al igual que los soldados no podemos estar durmiendo confortablemente como si no hubiese peligro, sino estar alertas en todo tiempo. Hay cosas que nos suceden a diario y apuntamos al compañero de trabajo, al jefe, al familiar o alguna circunstancias como los culpables de lo que nos acontece, sin percatarnos que son artimañas del enemigo por lo tanto tenemos que velar para ver y reconocer sus ataques.

Pablo amonesta a los creyentes de Éfeso a vestirse con la armadura de Dios. En el verso 12 del mismo capítulo Pablo hace la observación de que estamos en una continua batalla, lucha o guerra, pero esta guerra difiere de una guerra normal en que no es contra sangre o carne es decir contra otras personas visibles, más bien es contra huestes espirituales, invisibles e imposible de atacar o de poder defenderse con armamento normal. Al tomar el escudo de la fe (verso 16) el cristiano toma una defensa en contra de los dardos del enemigo. Al estar revestido de fe, es decir, confiando ciegamente en Dios, aun cuando el enemigo nos ataque no nos herirá pues nuestra confianza esta en El (Dios), y nos mantendremos firmes. En 1 Pedro 5:8-9 donde nos dice que el enemigo anda como león rugiente, también nos dice que nos mantengamos firmes en la fe, es decir creyendo, y el enemigo tiene que huir, no hay mejor escudo o protección que esta. En el verso 17 pablo habla de una arma de ataque: yelmo de la salvación y espada del espíritu; estos armamentos tanto de defensa como de ofensa deben de estar siempre con nosotros, en mano, de otra manera los percances podrían ser fatales.