Wednesday, May 5, 2010

La dificultad de ser “bueno”

Romanos 7

15 Porque lo que hago, no lo entiendo; pues no hago lo que quiero, sino lo que aborrezco, eso hago.
16 Y si lo que no quiero, esto hago, apruebo que la ley es buena.
17 De manera que ya no soy yo quien hace aquello, sino el pecado que mora en mí.
18 Y yo sé que en mí, esto es, en mi carne, no mora el bien; porque el querer el bien está en mí, pero no el hacerlo.
19 Porque no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero, eso hago.
20 Y si hago lo que no quiero, ya no lo hago yo, sino el pecado que mora en mí.
21 Así que, queriendo yo hacer el bien, hallo esta ley: que el mal está en mí.

Comentario:

Hacer lo bueno por lo general va en contra de nuestro propio bienestar, y por lo general las tendencias de las personas son egoístas, es decir velar por lo suyo propio. Esto sucede aun desapercibidamente porque es parte de la naturaleza humana, la sobrevivencia propia toma precedencia ante todo, y sucede sin aun que lo notemos. La realidad es que no queremos darle el asiento a alguien en el bus, no queremos cederle el espacio a alguien en una larga línea, queremos el plato más grande en la mesa, queremos el parqueo más cercano a la tienda, y esto hacemos muchas veces sin percatarnos, y aun sin “malicia” ya que es la naturaleza humana actuar para su propia comodidad. Es lo natural, es lo obvio…pero es lo indebido. El ser cristiano requiere negarse a sí mismo (dejar lo que uno quiere, lo que por naturaleza deseamos) tomar su cruz (lo que no nos gusta, aquello que Dios quiere) y seguirle a Dios (Lucas 9:21).

Nadie jamás le a gustado hacer algo contra su propia carne es decir contra sí mismo, el ser bueno requiere por lo general sacrificarse a sí mismo para servir a otros, esto fue exactamente lo que Jesús hizo, se negó a sí mismo, se sacrifico (literalmente) por otros, esto es exactamente lo que es la definición de ser y hacer lo bueno. El complacerse a sí mismo, no requiere esfuerzo, solo se necesita ser egoísta, esto no indica que el complacerse a sí mismo es indebido, o es pecado pero cuando hablamos con relación con Dios u otra persona, es decir ponerse antes que a otro, o a la voluntad de Dios, definitivamente se necesita ser egoísta.

Pablo se miro a sí mismo y llego a la misma conclusión; él dice que se miro a sí mismo y descubrió que lo que hacía no lo entendía porque no hacia lo que él quería sino lo que aborrecía, ahora bien hay que entender el pleito interno de Pablo, lo que el aborrecía hacer era lo que él su carne deseaba, y esto era lo que él hacía, pero lo que quería hacer, es decir su naturaleza cristiana no lo hacía, por esto no entendía lo que estaba sucediendo consigo mismo (verso 15). Cuántos de nosotros a veces cometemos pecado haciendo lo malo, sin embargo aborrecemos haberlo hecho? Esto era lo que Pablo decía; debido a esto el reconoce que la ley (la palabra de Dios) era buena, debido a que la palabra estaba de acuerdo con (su naturaleza cristiana) lo cual era lo que él en realidad quería. Cuando pablo dice el pecado que mora en el (verso 16) se está refiriendo a su carne, y el sabia que en el (su carne) no moraba el bien, y el bien no mora en la carne de nadie por lo tanto es difícil ser “bueno” ya que nos gusta satisfacernos a nosotros mismos esto es nuestra carne. Y cuando queremos hacer el bien (negándonos a nosotros mismos, sirviendo a otros, haciendo la voluntad de Dios) no nos gusta, nos sentimos incómodos al no obedecer a la carne, entonces descubrimos que el mal está en nosotros (en nuestra carne) por esto es que es difícil hacer lo bueno.