Desechando la malicia

1 Pedro 2

1 Desechando, pues, toda malicia, todo engaño, hipocresía, envidias, y todas las detracciones,

2 desead, como niños recién nacidos, la leche espiritual no adulterada, para que por ella crezcáis para salvación,

3 si es que habéis gustado la benignidad del Señor.

Comentario:

El apóstol Pedro amonesta a todo cristiano a desechar toda malicia, esto incluye malos deseos, preceptos indecentes, todo lo que se hace con mala intención. Desechar la malicia es desechar lo malo, por ende es vivir en santidad. "Desechar todo engaño", esto es hacer todo con corazón justo y verdadero. "Desechar toda hipocresía y envidia", Pedro amonesta a no ser hipócritas ni envidiosos ya que el que hace las cosas hipócritamente, miente en sus intenciones, da apariencia de luz pero no lo es, y Dios no puede ser burlado. Pedro finaliza diciendo que debemos desechar toda distracción, ya que si no desechamos estas cualidades negativas serán distracciones en nuestro camino como cristianos, nos mantendrán estancados en un lugar sin dejarnos crecer espiritualmente. Imaginemos un cristiano malicioso, engañoso, hipócrita y envidioso, cual sería su diferencia con los no creyentes? tal persona debe desechar y despojarse de esas tendencias carnales para poder llegar a la meta de un crecimiento espiritual.

Verso 2: Pedro indica que debe haber un anhelo, un deseo ferviente y una dedicación el buscar más de Dios y de su conocimiento. Desead, como niños recién nacidos, la leche espiritual, esto es anhelad las cosas de arriba, buscar el conocimiento espiritual con gran deseo. " no adulterada" el niño que toma leche adulterada ( leche indebida, o dañada) no crecerá fortalecido, al contrario será un niño enfermizo. Pedro dice que debemos buscar la verdad no las falsas doctrinas, ni la palabra cambiada pues no creceremos para salvación si esto ocurre. Hay millones de personas conocedores de la palabra, y siguiendo según ellos a Dios, y tienen un amplio conocimiento pero no están creciendo para salvación, aun con la palabra, van rumbo a la perdición.

Verso 3: El apóstol Pedro establece que no es obligado el hacer como el amonesta, esto es solo para aquellos a quienes le ha gustado lo bueno que Dios a sido para ellos. "Si es que habéis gustado la benignidad del Señor", pensaríamos que todo aquellos que le han conocido harían esto ya que Dios a sido superlativamente bueno con nosotros pero muchos ignoramos su bondad y no desechamos la malicia, engaño, hipocresías etc. Y vivimos vidas espiritualmente decadentes. Podemos sin lugar a duda testificar de cuan bueno Dios fue con nosotros en múltiples ocasiones pero nuestra actitud hacia él es como que no nos hubiese gustado su benignidad. El pueblo de Israel gusto de la benignidad de Dios pero aun así corría tras dioses ajenos por lo cual Dios los castigaba. Ojala gustemos la benignidad de Dios así no tengamos que ver su ira.