Wednesday, March 23, 2011

Razones para dar gracias

Salmos 103

8 Misericordioso y clemente es Jehová; Lento para la ira, y grande en misericordia.
9 No contenderá para siempre, Ni para siempre guardará el enojo.
10 No ha hecho con nosotros conforme a nuestras iniquidades, Ni nos ha pagado conforme a nuestros pecados.

Comentario:

El hecho de que la misericordia, el amor, y la clemencia son partes intrínsecas de el carácter de Dios son razones para dar gracias. Aunque a menudo pensamos que Dios es un anciano agrio, esperando a que cometamos algo para castigarnos la realidad es completamente diferente, primeramente Dios no es anciano, mucho menos agrio, y tampoco esta clamoreando para castigarnos; y cuando nos castiga es porque nos ama, y desea enderezar nuestros pasos. Si meditamos detenidamente en nuestros hechos, nuestros pensamientos, y los mandatos de Dios (evangelizar, meditar en su palabra, hacer bien al prójimo, amar a tu prójimo como a ti mismo, buscar el reino de Dios primeramente etc.) podemos notar que estamos fallándole a Dios a diario, aun cuando estemos cumpliendo parcialmente con sus mandatos. Un jefe secular nos despediría o nos castigaría por tanta infracciones, pero la misericordia de Dios es grande, siendo esta parte de su naturaleza misma.

El salmista señala una de las área en las cuales Dios es lento: en airarse. Aun siendo hijos de Dios y por ende debemos de compartir su naturaleza, mucho de nosotros no somos lentos para la ira, estallamos rápido, e insultamos, ofendemos, y nos enojamos. El hijo debe tener los rasgos del padre, si nos enojamos rápido y a menudo, cual naturaleza estamos proyectando? Y a quien nos parecemos? El verso 8 nos dice que el es grande en misericordia y lento para la ira, debido a su carácter misericordioso y clemente; de hecho si no fuese por esta naturaleza ya hubiésemos sido consumidos como (Lamentaciones 3:22) resultado de nuestras muchas infracciones, nadie debe justificarse a sí mismo, porque quien se justificara ante el padre y se mantendrá en pies? Aun Job, a quien Dios mismo catalogo de perfecto (en términos relativos) fue hallado teniendo muchas faltas por Dios mismo.

Cuando estamos siendo castigados y estamos abrumados por el castigo de Dios (porque sucederá cuando somos desobedientes) Eliu le dice a Job: conviene decirle a Dios he llevado castigo (Job 34:31); la biblia nos dice que Dios no contenderá para siempre, no se mantendrá enojado mucho, sino que al reconocer nuestras faltas extenderá su mano de misericordia y nos protegerá de su propia ira. Dios amaba tanto a su pueblo Israel, que en ocasiones aconsejo a Moises que se apartaran no sea que el fuego de su propia ira los matase a todos. Es como un padre que no castiga a su hijo cuando esta airado, no sea que lo marque. En el verso 10 el salmista dice que Dios no nos ha castigado como merece nuestras iniquidades, es decir que debemos estar agradecidos que Dios no nos ha castigado “debidamente” o “justamente” sino que en su misericordia nos ha protegido, no pagándonos conforme a nuestros pecados, sino dándonos un “pase”. Seamos agradecido de Dios, no comencemos una oración todos los días, pidiendo, sino mas bien alabándole y luego dándole las gracias porque esta oración conviene a todo mortal.