Tuesday, August 7, 2012

Sacrificando Para expiación

Sacrificando Para expiación
Levítico
3 Si su ofrenda fuere holocausto vacuno, macho sin defecto lo ofrecerá; de su voluntad lo ofrecerá a la puerta del tabernáculo de reunión delante de Jehová. Y pondrá su mano sobre la cabeza del holocausto, y será aceptado para expiación suya.

Comentario:
No hay sacrificio que no duela; el sacrificio ofrecido por el pueblo de Israel, dolía tanto al animal que era sacrificado como al que sacrificaba pues era de su pertenencia, y lo mejor que tenia (macho sin defecto). Al ser Macho y sin defecto ocasionaba que el dueño no tendría más descendencia de tal animal sino que debería de ser el mejor pues tenía que ser sin defecto. Tales ofrendas deberían ser voluntarias, es decir, cada persona que deseaba sacrificio por expiación de pecados, debería primero reconocer sus pecados, y luego voluntariamente ofrecer sacrificio, y una vez habiendo reconocido sus pecados, y ofrecido voluntariamente ofrenda acepta a Dios (macho sin defecto) entonces eran expiados sus pecados.
Bajo la gracia no ofrecemos sacrificios de animales a Dios, el hacer esto sería invalidar el derramamiento de sangre que Jesus hizo por nosotros, este fue el cordero, limpio sin defecto, que se ofreció voluntariamente por los pecados del mundo. Jesus era sin defecto, y se ofreció voluntariamente, esto era necesario para que nuestros pecados pudiesen ser perdonados, ahora bien, aunque ya tenemos el cordero de la expiación en Cristo, necesitamos nosotros ahora reconocer nuestros pecados, y sacrificarlos juntamente con Cristo para que estos sean expiados. Si no reconocemos nuestras faltas, tampoco ofreceremos dicho pecado para sacrificio; ahora porque llamo el ofrecer tales pecados sacrificio? Porque de una manera u otra es algo que nos gusta. Todo aquello que nos gusta y va en contra de la voluntad de Dios debe ser ofrecido en sacrificio (para que muera el pecado) y debe ser hecho voluntariamente, no por mandamiento del pastor, líder o algún familiar.
Cualquiera que fuere nuestros pecados, debemos de cortarle la cabeza, porque al cortar cualquier otra parte surgirá de nuevo. Debemos de entender que las cosas pecaminosas es las cosas que nos gustan, y al no ponerse firme y rechazar al enemigo, no va a huir de nosotros. A Dios le interesa un sacrificio vivo, santo, ofrecido voluntariamente, de un corazón contrito y humillado que ha reconocido que necesita el perdón, y la restauración a un estado de santidad. El que seas cristiano, no indica que eres perfecto, y hay males entre la carne metida en los huesos que necesitan ser entregados a Dios, y una vez libres del pecado que nos asedia podremos correr la carrera con más libertad y obviamente más facilidad.

No comments:

Post a Comment