Que te detiene?

Mateo 18

8 Por tanto, si tu mano o tu pie te es ocasión de caer, córtalo y échalo de ti; mejor te es entrar en la vida cojo o manco, que teniendo dos manos o dos pies ser echado en el fuego eterno.

9 Y si tu ojo te es ocasión de caer, sácalo y échalo de ti; mejor te es entrar con un solo ojo en la vida, que teniendo dos ojos ser echado en el infierno de fuego.

Comentario:

Cuando se le hace un llamado de aceptación al no creyente a menudos surge una excusa: ahora no puedo; este “ahora no puedo” va a acompañado de un sin número de excusas o razones por la cuales no pueden entregar sus vidas a Dios en el momento presente. Tales razones minimizan a Dios pues pretenden decir, que Dios no es capaz de resolver dichos problemas, y ellos tienen que resolverlos primero y una vez que resuelvan tal problema entonces vendrían a Dios. La realidad es que tal problema es alargado por el enemigo para que nunca lleguen a Cristo, y aun si lo superan vienen hacer victimas de otro problema. Estas personan invalidan en sus vidas la palabra que dice: Venid a mí, todos los que estáis cansados y cargados, y yo os haré descansar (Mateo 11:28). No existe tal índole de problema que Dios no pueda resolver, de hecho Dios quiere ser El que nos ayude con nuestras problema para el glorificarse, de allí su invitación a venir a El como estemos.

Los problemas, y obstáculos no solo existen para los no creyentes. Hay cosas en nuestras vidas que nos detienen de gozar una vida espiritual en Cristo a plenitud. Hay cosas que existen en nuestras vidas de las cuales estamos conscientes que a Dios no le agrada, no son necesariamente problemas, más bien son cosas que nos gustan. Mientras que el no creyente puede tener obstáculos para venir a Dios (como adulterio, fornicaciones, alcoholismo, drogas, diversos vicios, etc.) el creyente tiene obstáculos más sutiles pero propensos a convertirse en algo más grande si no son exterminados. Debemos deshacernos de todo aquellos que nos “gusta” pero que va encontrar de la voluntad de Dios, por esta razón Jesus dijo: “Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo” (Lucas 9:23).

La solución es encontrar que es aquello que existe en nuestra vida que no queremos dejar; en si es fácil, pues ya lo sabemos pero hipócritamente decimos: es que soy así, es mi naturaleza. No podemos ser coléricos, ofender personas y escondernos bajo la excusa de que así somos y ese es nuestro carácter; no podemos calumniar, maldecir, embriagarnos, adulterar, fornicar, robar etc., y usar excusas para tales comportamientos, ya que son reservados para no creyentes no para personas que han sido lavados con la sangre de Cristo y con el conocimiento pleno de la verdad. No somos perfectos, de esto no cabe duda pero tampoco es excusa. Jesus dijo: si tu mano o tu pie te es ocasión de caer córtatelo y échalo de ti, es decir si algo, ya sea una relación, o algo que estás haciendo (que obviamente te gusta) te ocasiona ir al infierno córtalo!! Deséchalo pues es mejor esto que ir al infierno. Y si tu ojo te es ocasión de caer sácalo de ti, esto parece ser bien drástico, pero es mejor llegar al cielo con un solo ojo, que con ambos al infierno. Nadie es mejor doctor de nuestras vidas que nosotros mismos, seamos sinceros y reconozcamos las cosas que hay en nosotros que no van de acuerdo a la voluntad de Dios, y terminemos con tales cosas, pues tales cosas nos detienen en nuestra vida cristiana.